Fueron directamente a matarlo. Esa es una de las certezas que tienen los investigadores. Juan José Frías estaba sentado en una gruta, construida al costado de un pasaje sin nombre, a la altura de Perú al 3.300. Los vecinos que presenciaron el ataque contaron que dos hombres que se movilizaban en una moto se acercaron al muchacho y, sin mediar palabra, lo ejecutaron a sangre fría.
El joven tenía 24 años y lo conocían en el barrio Oeste II como "Quesito". La gruta en la que se encontraba ayer a las 14 no tiene ningún santo. La habían empezado a construir pero jamás la terminaron, contaron los vecinos. Es uno de los lugares de reunión de los jóvenes del barrio. En el altar, sólo hay dibujada una hoja de marihuana.
De acuerdo al relato de los testigos, "Guanquero" y "Carlitos" habrían sido los agresores, quienes se movilizaban en una moto Honda Wave. El primero de ellos cumplía una condena por un robo agravado en el penal de Villa Urquiza, pero actualmente se encontraba con un permiso extramuros, según afirmó el jefe de la seccional 12ª, José Galván.
Temor a represalias
Después del crimen, todo el mundo habló del hecho en el barrio Oeste II. Los vecinos se sorprendieron por la frialdad con que actuaron los atacantes y a plena luz del día. La mayoría de los vecinos no quiso dar su nombre. "Nos reservamos porque es gente que ha estado en la cárcel; no vaya a ser que haya represalias", afirmó un hombre.
Las que sí se animaron a identificarse son dos mujeres que viven en el mismo block de la Manzana K en el que residía la víctima. "Estaba con sus dos sobrinitas de cinco y tres años. Bajaron estos dos sujetos con la moto y le pegaron un tiro", comentó Liliana Jiménez. "Fue un ataque", acotó, por su parte, Rosa Luna.
En los ladrillos de la gruta quedaron dos marcas de bala. Frías caminó unos 30 pasos hasta cruzar el pasaje. Allí le volvieron a disparar y, cuando se quedaron sin balas, lo comenzaron a golpear con la culata del arma. En total, recibió tres disparos, explicó el comisario Galván. Luego, los atacantes huyeron. La víctima se levantó, caminó otros 20 pasos, y se desplomó en la vereda de su casa, cuando una hermana se acercaba a auxiliarlo. Familiares y vecinos lo llevaron en un auto particular al Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) de San José, donde llegó sin vida.
Hasta anoche, "Guanquero" y "Carlitos" eran buscados por policías de la Regional Capital y de la Norte, y de la división Homicidios y Delitos Complejos. La fiscalía de Instrucción en lo Penal de la III° Nominación, a cargo de Teresita Marnero, ordenó que se realice una autopsia. Pero el móvil de la ejecución, todavía es un misterio.